divendres, 13 d’agost del 2010

Del egoísmo de la propia superación

Reconozco que esto es escaparme un tanto de mis dos primeras entradas en este personal BLog, pero a mi entender, y aquí soy yo el que pone las reglas, no hay nada más sano que no tener muy claro cuál será el próximo paso, siempre que se tenga en el punto de mira cuál es el destino de todos los pasos. Algo así como lo de "Dios escribe recto con trazos torcidos", pero a nivel personal, que uno no es ningún dios ni pretende tener un plan tan premeditado de la vida.

A lo que iba: esto es cambiar el tercio, porque pienso hablar de lo que me parece a mí (a uno, si lo preferís como retórica) de los más reconfortante: aprender a ser aprendiz y a llegar a dominar cada cierto tiempo cualquier actividad que me interese como estímulo.

Podría decir que se me dan bien ciertas cosas, algo que sin duda puede decir cualquiera, y no mentiría con ello. Desarrollo preferentemente aquellas aptitudes que entiendo que tienen futuro para mí, en mi vida, y me dedico a ellas hasta que algo en mi interior me dice que ya llegué a donde quería llegar ... aun cuando nunca me propuse llegar hasta allí, incluso cuando a veces soñé llegar mucho más allá. ¿Es esta una actitud corriente en el ser humano? Si, por ejemplo, me dedico a la fotografía como aficionado espero alcanzar un nivel en el que me sean reconocidos ciertos méritos ... pero eso no es diferente de lo que hice con la Informática, o anteriormente con la Música (pobre, la tengo muy abandonada), con mi pasión por el arbitraje en el Fútbol Americano (otro día hablaré de eso), con el dibujo, etc., etc. Y en algunos de esos casos, que no en todos, llegué a donde ya no me divertía ... y me detuve. Y aquellos en los que todavía me divierto, excepto en la profesión que me da de comer, todavía continúo soñando y luchando por ser el mejor, y en definitiva, en divertirme con el dominio de esa actividad.

Así pues el detalle no está en el reconocimiento de los demás, sino en la diversión que conllevó llegar hasta allí, incluyendo en ello la sensación de la admiración de otros al ver que pude llegar hasta allí. Pero cuando la curva del perfeccionamiento se inclinó hacia la horizontal, entonces, y siempre entonces, encontré un nuevo objetivo en el que volcar mis horas y mis días, mis sueños y mis anhelos, mis pausas y mis deseos. Y al final, inexorablemente, ese nuevo devenir fue una nueva curva en la recta de mi vida.

Somos la experiencia de nuestra vida, no lo que nosotros mismos pensemos de nuestra propia existencia. Estos días lloro la pérdida de esa realidad de mi padre, a quien la edad le arrebató la consciencia de su propia experiencia, de su propia memoria, y que ahora vive sólo de la pobre realidad del día a día, sin metas, sin pasado, sin nada que sustente una personalidad que fue pero que ya no existe. Le falló la experiencia de sí mismo, y a los demás nos queda solamente el recuerdo de quién fue, de lo que fue, si así lo queréis decir, de sus manías, de sus gustos, de sus obsesiones, de todo eso que ya no existe y nunca existirá. La crueldad de la demencia senil no lo es tanto para él ahora mismo, ignorante de su propia realidad, sino para aquellos que sí que tenemos la experiencia de su vida en nuestra memoria, pero que no se la podemos transferir como quisiéramos para curarle de esa curva en la que se detuvo su experiencia.

En fin, quizá no me exprese bien, quizá no entiendas lo que quiero decir, por mi torpeza al hacerlo, quizá sólo pueda aquí y ahora llorar unas lágrimas de impotencia ante la realidad del deterioro de la vida, justo cuando a mi personalmente me sonríe en casi todos los ámbitos en los que me muevo,  pero esa es la paradoja: mientras a mí me sonríe la vida, la consciencia que tengo de la propia futilidad de esa experiencia vital me produce un vacío que parece llenarse solamente con la búsqueda de la experimentación positiva, con esa diversión que he mencionado más arriba en la que el alcanzar un nivel inesperado me proporcione la sensación de que vale la pena el camino que recorro. La huida hacia delante en un intento de conservar la consciencia de uno mismo mediante la realización de los proyectos más variados, y no necesariamente más complejos. La juventud que siento en mi interior se entrelaza con la certidumbre de ese deterioro inevitable.

Reconozco que esta entrada en mi BLog viró con respecto a las precedentes ... ya es hora de cerrar esta trazada y preguntar "¿cuál es el nuevo rumbo ahora"?

1 comentari:

  1. Destaco tu pasión por las cosas. Al leerlo reflexiono ... "Cuanto más se disfruta , cuando uno SABE lo que hace".
    Matemáticamente hablando ... "EL gozo es inversamente proporcional a la ignorancia"

    Veamos si aclaro para reforzar el concepto (no lo hago por ti .. lo hago por mi)

    A todos los mortales nos gustan varias cosas. Con el correr del tiempo buscamos profundizar en algunas de ellas. En esta etapa aprendemos cuales de ellas, son las que nos provoca más placer.

    Al profundizar aprendemos más de ellas, de como funcionan, de como es mejor hacerlas, de lo posible y de lo imposible. En este punto nuestros placeres se transforman en Hobbies.

    Ahora la técnica hace la diferencia ... aprendemos los pequeños detalles, los que marcan la diferencia, comienzan los primeros costos que duelen y valen la pena, lo imposible es nuestra próxima meta. Dejamos de hacer otras cosas para enfocarnos. Otras tareas, pasan a ser excusas para hacer la que realmente nos interesa ... justo allí ... es cuando empieza la pasión por algo.

    Que lindo momento ... tener pasión por algo ! .. por lo que sea !!!

    Nacemos con la virtud de hacer lo que nos gusta y lo vamos perfeccionando (en la medida de nuestras posibilidades).

    Será por eso .. que a medida que crecemos , cada día, le encontramos más gustito a ese hobbie de vivir ?
    Regresando con la matemática ... Cuanto más sepamos de la vida .. más placer le encontraremos.

    Ahora sí .... que lindo .. VIVIR CON PASIÓN !

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