dimarts, 10 d’agost del 2010

El Síndrome de Spotter (pequeña crónica personal)

Esta es la crónica de un viaje que no tenía como objetivo el de fotografiar (que es una de mis pasiones).

Viernes por la mañana, voy al aeropuerto de Barcelona (LEBL) esperando subirme a un flamante A321 de Lufthansa. He seleccionado un buen asiento de ventanilla, así es que espero disfrutar del viaje, de las vistas, quizá de algún “aire aire” que no termino nunca de cazar. Llego con algo de antelación al aeropuerto, a ver si pillo algo a través de las cristaleras del terminal, pero la luz es mala para eso. En fin, en este viaje poco podré hacer, voy a un lugar sin aviones, así es que veamos qué puedo hacer en la T1.

Me paseo, recorro toda la T1 y disparo algunas fotos, pero con esa sensación de estar encerrado en una campana de Faraday acribillado de rayos (en este caso solares) que me impiden disparar a gusto. ¡Todos son reflejos!

Se acerca la hora del embarque, mejor me voy a la cola, me gusta entrar de los primeros, a lo mejor el primero y puedo fotografiar el interior sin pasajeros.

Estoy el tercero en la cola. Detrás de mí una pareja conversa, mediana edad (¡yo también!), él le dice a ella:

- “A esta hora seguro que ya no salimos puntuales, es imposible meter toda esta gente y que el avión salga puntual. ¿Por qué no pueden ser puntuales los aviones como los trenes? Los trenes bien que salen puntuales y hay más trenes en la vía, los aviones salen tarde y el aire está libre”.

Me dan unas ganas casi irreprimibles de girarme y explicarle lo libre que está el aire, lo de las distancias de seguridad, lo de los slots, lo de los controladores, …, pero como ya tengo mi edad me aguanto y sólo pienso en que está presumiendo ante la mujer.

- “La otra vez que volamos pasó lo mismo”, añade como testificando en el juicio que figuradamente él mismo interpone a la compañía.

¡Su segundo vuelo y ya sabe que “todos los aviones” salen siempre con retraso! Este no conoce Ryanair …

Se inicia el embarque. Desde el finger veo las compuertas del motor número 2 de un A320 de Spanair abiertas, y una pequeña escalera de mano al lado del motor. Mi vecino de cola también entiende de reparaciones de motores: “Mira” – le dice a su mujer- “a éste le están reparando el motor aquí mismo”. Estoy a punto de decirle: “Pues no, mire usted, este vuela así, con las compuertas abiertas, como los Seat 600 circulaban con la tapa del motor abierta, por lo mismo, ¿sabe? ¡Se calienta el motor!”. ¿Por qué me subleva tanto que hable de lo que no sabe o de lo que se imagina? ¡Todos lo hacemos, tarde o temprano!

Por fin entramos en el avión, no he sido el primero porque me he parado a disparar al motor (espero que la foto suba a AviarionCorner.net uno de estos días), y cuando entro en el avión hay demasiada gente de pie en el pasillo. La foto del interior vacío es imposible, un gesto de insatisfacción asoma en mí, saludo a la TCP (¡antes les llamaba azafatas!) en alemán, en inglés y en francés (ella se ha prestado al juego y a mí me encanta) y me voy a mi asiento, pero ¡está ocupada por una japonesa! Me recorre un sudor frío, ¡no pienso ir en pasillo! Le hablo en inglés (todos los japonés lo hablan, ¿no?) y les explico que “A” es ventanilla y “C” es pasillo, pero no se lo cree, claro, le pregunta a la TCP y al final se da por vencida, pero me mira como si yo la hubiera robado. ¡Lo siento, quiero mi ventanilla! La TCP ha visto mi cámara y comprende, comprende. La TCP ya es mi amiga, ¡yo soy un spotter y ella una TCP!

Por fin ocupo mi asiento … justo en frente del motor del Spanair. Cleck, cleck, cleck … mi cámara se anima solita a disparar. Después me doy cuenta de que no tengo nada más a lo que disparar … ¡por favor, que se ponga en marcha esto, no tengo a qué disparar! ¿Es que no lo entienden?

El avión se desplaza ya hacia la cabecera de la 25L, y mientras lo hace aparecen ante mí todos esos rincones que conozco de memoria de LEBL. Nada interesante a lo que disparar. Ya llega a la cabecera, gira y entra en pista. Entonces, nerviosamente, busco si hay alguien en el punto de spotting de la 25L … ¡nadie! Claro, es verano y todos están en la 25R, este sitio es sólo para el invierno.

Comandante y copiloto empujan las palancas de los motores, el A321 acelera pegándome al gris asiento, y pienso en la diferencia del empuje entre el A320 y el A321, justo cuando el avión despega y veo a mi izquierda la piscina, los árboles, el Mediterráneo con sus aguas rompiendo en la playa de El Prat … ¡banking! Por la ventanilla veo el aeropuerto, todas sus pistas, estamos haciendo el banking muy pegados al aeropuerto y virando hacia el Noreste (destino Frankfurt) … cleck, cleck, cleck, cleck … no paro de disparar … cleck, cleck, cleck … ya está, ya sólo veo el mar … y el motor del A321, y el ala del A321. Cleck, cleck, cleck …

¡Eso es Marsella! En mi anterior viaje no la pude fotografiar, ¡hoy sí! Cleck, cleck, cleck … ya me imagino los cientos de visitas en AC, ¡qué foto! ¡Qué foto más buena me ha quedado! Las miro, pero claro, el LCD de la cámara engaña mucho, aumento a tope … no sé, no sé … ¿quieres decir que se puede arreglar? No sé, me quedo algo frustrado. Lo supero volviendo a disparar al motor del A321, cleck, cleck, cleck …

Entre la japonesa y yo se ha instalado un japonés, pero debe ser de otro país porque no se hablan entre sí (para mí hay japoneses de muchos países, es más fácil que decir “orientales”). Me pego a la ventanilla y miro, miro, miro … no hay aviones, no hay capturas milagrosas de aviones a 2.000 pies por encima o por debajo, sólo hay nubes por debajo y cielo por encima. ¿A qué FL vamos? ¿Y si se lo pregunto al comandante? ¡Qué disparate, para eso está el hombre, para contestar preguntas como esa! (Se lo pregunté tras el aterrizaje, a FL340 la mayor parte del crucero).

A la hora prevista el avión cabecea, lo he notado como lo noto siempre, 20 minutos para el aterrizaje. Es hora de apagar mi iPod, aunque no hayan dicho nada todavía. Nos adentramos en nubes y así seguiremos casi hasta tocar tierra en Frankfurt. Imposible disparar la cámara. El aeropuerto aparece de repente sin darme tiempo a disparar ninguna vez a nada atractivo.

Tocamos tierra y comienzo a disparar a todo bicho, quieto o en movimiento, pero el avión pega muchos botes por causa de la pista, y sé que mis fotos no sirven para nada. Pillo un JAL Cargo bastante bien … ¡bravo, valió la pena disparar!

Ya he llegado, en Frankfurt y me esperan a la salida, no podré spottear. Me llevan al hotel y ya está, se acabó, una semana cerca del aeropuerto pero no podré ir a él. Me resigno. Me llevan al hotel y entonces lo veo … ¡estoy justo en la zona de aproximación a la 25L y a unos pocos kilómetros del aeropuerto! ¡Puedo disparar, estoy en zona de disparos incluso con mi 18-200! ¡Increíble fortuna!

A pesar de que mi viaje no tenía como objetivo el de la fotografía, por lo cual me llevé el 18-200 nada más, subo al avión de vuelta con no menos de 500 aviones fotografiados, quizás más, entre ellos más de 50 heavies y muchos nuevos registros en AviationCorner.net. Ha sido una semana espectacular, disparando a ratos perdidos, he disfrutado, sinceramente, muchísimo.

Ya llego de vuelta a LEBL. El vuelo ha sido frustrante, no pude elegir el lado “F”, he vuelto en “A” y con el Sol amartillando mi ventanilla, sin poder disparar a nada. Me siento como vacío, no me intereso por los aviones, me da igual lo que haya en pista, estoy cansado y llevo en mi retina miles de fotos. Sólo miro a ver si hay alguien en el punto de spotting de la 25R, que claro, está lleno. Pero no reconozco personas, sólo bultos, no es fácil cuando el avión se mueve con algo de viento de costado. Sé que han disparado al A321 en el que vuelvo, pero no sé quién lo ha hecho. Esperemos a ver si suben la foto.

Paseando camino de la cinta de equipajes esa sensación de vacío aumenta, y en un extraño instante de pura calma me asalta la pregunta: “¿No tendré el Síndrome de Spotter?”. Me sacudo la idea como quien se quita los pelos de la frente … ¡ya da igual si lo tengo! ¡Me encanta!

El motor del Spanair 

1 comentari:

  1. Hermano,no sé qué es peor: que te dediques a escribir estas cosas en tu tiempo libre o yo a leerlas en el mío!!!!.

    Lo meditaré....

    Besos,
    Aitor

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